La iniciativa Biosmart es investigar una nueva generación de envases que permitan conservar la comida en buen estado durante más tiempo. Estos envases tendrán que ser biodegradables, compostables y reciclables, con sensores de gases y paredes con efecto barrera, ¡tecnología punta!. El objetivo es reducir el desperdicio y las emisiones de dióxido de carbono, algo que debería ser prioridad para todos.
Aquí tenemos una imagen de cómo se vería el material desde el microscopio.
La comida es una de las cosas que más desperdiciamos los europeos. Según las Naciones Unidas se desperdician 90 kg de comida por persona al año. Si quieres visitar la página web has click aquí.
Es decir, es Europa se emite mucho CO2 debido a que generamos más comida de la que debemos, unas emisiones perfectamente evitables. Los envases contarán con propiedades de efecto barrera para controlar la permeabilidad al agua, oxígeno y CO2, y bloquear las radiaciones ultravioleta.
Se podría decir que estos nuevos recipientes tendrán unas propiedades fantásticas. Una de estas utilidades se basará en sensores que informarán del estado de conservación del interior basándose en los gases de los envases mantenidos en atmósfera controlada. “De esta manera será más fácil garantizar una correcta conservación de los alimentos”, añade Amaya Igartua. Los envases contarán también con buenas propiedades de efecto barrera para controlar la permeabilidad al agua, oxígeno y CO2, así como para bloquear las radiaciones ultravioleta responsables de la oxidación de las grasas, pérdida de vitaminas y color, y efectos adversos en el sabor de algunos tipos de alimentos.
“Se evitará la adhesión y proliferación de microorganismos como bacterias, hongos y levaduras con el fin de alargar el buen estado de los alimentos”, apunta Igartua. “Y, por último, el coste de producción será competitivo respecto a los envases actuales para facilitar su penetración en el mercado”, concluye.
Aquí tenemos una imagen de cómo se vería el material desde el microscopio.
La comida es una de las cosas que más desperdiciamos los europeos. Según las Naciones Unidas se desperdician 90 kg de comida por persona al año. Si quieres visitar la página web has click aquí.
Es decir, es Europa se emite mucho CO2 debido a que generamos más comida de la que debemos, unas emisiones perfectamente evitables. Los envases contarán con propiedades de efecto barrera para controlar la permeabilidad al agua, oxígeno y CO2, y bloquear las radiaciones ultravioleta.
Se podría decir que estos nuevos recipientes tendrán unas propiedades fantásticas. Una de estas utilidades se basará en sensores que informarán del estado de conservación del interior basándose en los gases de los envases mantenidos en atmósfera controlada. “De esta manera será más fácil garantizar una correcta conservación de los alimentos”, añade Amaya Igartua. Los envases contarán también con buenas propiedades de efecto barrera para controlar la permeabilidad al agua, oxígeno y CO2, así como para bloquear las radiaciones ultravioleta responsables de la oxidación de las grasas, pérdida de vitaminas y color, y efectos adversos en el sabor de algunos tipos de alimentos.
“Se evitará la adhesión y proliferación de microorganismos como bacterias, hongos y levaduras con el fin de alargar el buen estado de los alimentos”, apunta Igartua. “Y, por último, el coste de producción será competitivo respecto a los envases actuales para facilitar su penetración en el mercado”, concluye.
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